Este libro, Roncos tambores, es la segunda parte de la trilogía El ocaso de los héroes, la empresa con la que el autor recuerda a una serie de ' guras con' guradoras de la Historia de España. Los héroes, por supuesto, no son solo guerreros, y actúan de catalizador y elemento integrador colectivo en momentos, como los actuales, de confusión y desbarajuste de ideas y valores. Descienden de la vieja estirpe de la virtus romana y la areté griega, y sus cualidades, en lo que tienen de ejemplares, están sobre todo orientadas a lo público, y hacen referencia a valores interiores y éticos más que a valentía con las armas, aunque en muchas ocasiones esta condición les sea necesaria para alcanzar el estatus heroico que los de' ne. De las once semblanzas aquí recogidas, que acentúan principalmente la actitud de los personajes ante el trance de' nitivo de la muerte, hay dos (fray Junípero Serra y Miguel Servet) que podemos considerar por completo paci' stas, y también se ha incluido a una mujer (María Pita) que a la hora de la verdad demostró ser capaz de comportarse en el campo de batalla con el mismo valor que otros héroes varones de nuestro pasado más memorable, como los que aparecen en estas páginas. Nunca sobra recordar a los héroes y a lo que simbolizaron en una realidad histórica (España) que los tuvo a manos llenas en su época de apogeo, aunque tampoco le hayan faltado en otros momentos decisivos más recientes.
Este libro, Roncos tambores, es la segunda parte de la trilogía El
ocaso de los héroes, la empresa con la que el autor recuerda a
una serie de ' guras con' guradoras de la Historia de España.
Los héroes, por supuesto, no son solo guerreros, y actúan de
catalizador y elemento integrador colectivo en momentos, como
los actuales, de confusión y desbarajuste de ideas y valores.
Descienden de la vieja estirpe de la virtus romana y la areté
griega, y sus cualidades, en lo que tienen de ejemplares, están
sobre todo orientadas a lo público, y hacen referencia a valores
interiores y éticos más que a valentía con las armas, aunque en
muchas ocasiones esta condición les sea necesaria para alcanzar
el estatus heroico que los de' ne.
De las once semblanzas aquí recogidas, que acentúan
principalmente la actitud de los personajes ante el trance
de' nitivo de la muerte, hay dos (fray Junípero Serra y Miguel
Servet) que podemos considerar por completo paci' stas, y
también se ha incluido a una mujer (María Pita) que a la hora de
la verdad demostró ser capaz de comportarse en el campo de
batalla con el mismo valor que otros héroes varones de nuestro
pasado más memorable, como los que aparecen en estas páginas.
Nunca sobra recordar a los héroes y a lo que simbolizaron en una
realidad histórica (España) que los tuvo a manos llenas en su
época de apogeo, aunque tampoco le hayan faltado en otros
momentos decisivos más recientes.
