Cuando la vida deja de transcurrir a la deriva para convertirse en experiencia límite... Neptunia, la Ciudad de la Costa, un fenómeno humano de insospechadas aristas. Allí, un matrimonio muy joven intenta vivir su tiempo, éste, el de los años difíciles. Sobre la marcha, tal vez, aprender cómo se vive. Amar, si es posible. Trabajar, si se puede. Relacionarse con los demás en lo que los demás permitan, intentando descifrar sus códigos: los de dos mujeres que charlan en la mesa de al lado, en un bar, los que organizan la extraña simbiosis de una pareja de vecinos, los que reúnen a dos amigos entre sí. Para Alina y Guzmán todo está más o menos previsto: inseguridad, temor, ocio, fracaso, evasión... Pero no contaron con el dolor. El insoslayable, imprevisible, inaceptable dolor; y su aliado, el horror. Podrán ignorarlos, dando la espalda a la realidad, dejando paso al misterio? La novela de Daniel Mella impacta al lector y no le da respiro. Lo deja sin aliento. Lo estremece, como únicamente lo hace la buena literatura.