El siglo XX nos ha dejado numerosos legados. Uno de ellos, que se manifiesta como preocupación, es el interés por el medio ambiente, que en nuestro planeta se encuentra, como es patente, notablemente deteriorado debido al desarrollo industrial al aumento poblacional. La consecuencia de esta situación es tal, que se puede decir sin exageración que la conservación del medio ambiente se ha convertido en uno de los grandes temas de nuestro tiempo. Son muchos los que han colaborado en que esa consciencia se haya convertido en un movimiento mundial, pero si hay que señalar un momento decisivo ese sería 1962, el año en que la zoóloga estadounidense Rachel L. Carson publicó el libro Silent Sprint (Primavera silenciosa), en el que efectuaba una de las más poderosas y conmovedoras denuncias de los efectos nocivos que para la naturaleza tenía el empleo masivo de productos químicos
Primavera silenciosa es un libro que es preciso conocer ya que aborda uno de los problemas más graves que produjo el siglo XX: la contaminación que sufre la Tierra. Utilizando un lenguaje transparente, el rigor propio del mejor análisis científico y ejemplos estremecedores, Carson denunció los efectos nocivos que para la naturaleza tenía el empleo masivo de productos químicos como los pesticidas, el DDT en particular. Se trata, por consiguiente, de un libro de ciencia que va más allá del universo científico para adentrarse en el turbulento mundo de ?lo social?. Su trascendencia fue tal que hoy está considerado uno de los principales responsables de la aparición de los movimientos ecologistas a favor de la conservación de la naturaleza. De hecho, Primavera silenciosa consiguió lo que pocos textos científicos logran: iluminar nuestros conocimientos de procesos que tienen lugar en la naturaleza y despertar el interés de la sociedad tanto por la ciencia que es necesaria para comprender lo que sucede en nuestro planeta, como por la situación presente y futura de la vida que existe en él.