Nada es ajeno a estos cuentos: la alta cultura y el mundoámás sórdido de las cloacas, el reportaje literario y el relatoámás emocionante, la biografía insólita y la recreaciónáhistórica, los celos y las pasiones se dan la manoácon lo maravilloso y fantástico. Unas historias queáabarcan desde personajes reales de siglos anterioresáhasta el mestizaje de vidas y razas en el Madrid actual,áy que recorren un abanico insospechado de situaciones.Libros de cuentos hay muchos; pero solo unos pocosádeslumbran. Como los de sus maestros Poe, Onetti oáCortázar, estos relatos guardan en su interior ese fogonazoáque los dota de vida y genera fascinación aláleerlos. Y es que, como dice Antonio Muñoz Molina:á½Adolfo García Ortega depara siempre al lector un efectoáluminoso.+
Nada es ajeno a estos cuentos: la alta cultura y el mundo más sórdido de las cloacas, el reportaje literario y el relato más emocionante, la biografía insólita y la recreación histórica, los celos y las pasiones se dan la mano con lo maravilloso y fantástico. Unas historias que abarcan desde personajes reales de siglos anteriores hasta el mestizaje de vidas y razas en el Madrid actual, y que recorren un abanico insospechado de situaciones.
Libros de cuentos hay muchos; pero solo unos pocos deslumbran. Como los de sus maestros Poe, Onetti o Cortázar, estos relatos guardan en su interior ese fogonazo que los dota de vida y genera fascinación al leerlos. Y es que, como dice Antonio Muñoz Molina: «Adolfo García Ortega depara siempre al lector un efecto luminoso.»