La ideología de la sociedad castellonense, la crítica del momento, los posibles referentes y agentes del arte (con la indiscutible figura de V. Aguilera Cerni), la encendida defensa de la pintura abstracta, así como el marco teórico-filosófico del fenómeno de la abstracción, o la gran ofensiva legitimadora del nuevo arte abstractizante son aspectos que se analizan en este ensayo, basado en una ‘muestra' o catálogo razonado formado por 184 obras realizadas entre 1940 y 1979/80. El pormenorizado análisis de las obras permite a Silvia Tena descubrir lazos con algunas corrientes europeas y algunos nombres de la vanguardia de entreguerras como Max Ernst, Frantisek Kupka, Paul Klee, Robert Delaunay, Raoul Hausmann, Rodchenko o Gustav Kluitsis (Kluzis).