La entrada de la joven e irreductible Rosa Regàs en la universidad, ya casada y con dos hijos, marca el inicio de esta entrega de sus memorias. Son años de conversaciones en el patio de letras con Miguel Barceló, Salvador Clotas y Paco Rico; de sorprendentes ½sobrasada parties+; de noches clandestinas del Potemkin sobre moquetas verdes; de libros prohibidos en la calle Aribau; de más hijos e inesperados gemelos; de filosofía pura y lógica matemática y libros y más libros. Años que continúan con el despertar de la vocación literaria y el trabajo editorial con Carlos Barral, el poeta y editor de seductora inteligencia; con encuentros con autores y desencuentros con linotipistas; con las más de mil confidencias a Jaime Salinas; con el asombro y la admiración hacia Vázquez Montalbán; con el Londres de la familia Cabrera Infante... Una época ensombrecida por las penas de muerte, las huelgas de hambre, los tejemanejes de Banca Catalana y el distanciamiento en el matrimonio, pero que además incluye los veranos de Cadaqués, donde el ambiente festivo abre la puerta a las partidas de ajedrez con Marcel Duchamp, a los saludos de Dalí a la señorita Regasol y a la memoria de todos los amigos de la época, también la de los inolvidables a los que Joan de Sagarra llamó la Gauche Divine. Con el pulso firme de una narradora de excepción, protagonista y testigo de unos años de extraordinaria ebullición cultural y política, Amigos para siempre es una invitación insoslayable al desfile de toda una generación.
La entrada de la joven e irreductible Rosa Regàs en la universidad, ya casada y con dos hijos, marca el inicio de esta entrega de sus memorias. Son años de conversaciones en el patio de letras con Miguel Barceló, Salvador Clotas y Paco Rico; de sorprendentes «sobrasada parties»; de noches clandestinas del Potemkin sobre moquetas verdes; de libros prohibidos en la calle Aribau; de más hijos e inesperados gemelos; de filosofía pura y lógica matemática y libros y más libros. Años que continúan con el despertar de la vocación literaria y el trabajo editorial con Carlos Barral, el poeta y editor de seductora inteligencia; con encuentros con autores y desencuentros con linotipistas; con las más de mil confidencias a Jaime Salinas; con el asombro y la admiración hacia Vázquez Montalbán; con el Londres de la familia Cabrera Infante... Una época ensombrecida por las penas de muerte, las huelgas de hambre, los tejemanejes de Banca Catalana y el distanciamiento en el matrimonio, pero que además incluye los veranos de Cadaqués, donde el ambiente festivo abre la puerta a las partidas de ajedrez con Marcel Duchamp, a los saludos de Dalí a la señorita Regasol y a la memoria de todos los amigos de la época, también la de los inolvidables a los que Joan de Sagarra llamó la Gauche Divine.
Con el pulso firme de una narradora de excepción, protagonista y testigo de unos años de extraordinaria ebullición cultural y política, Amigos para siempre es una invitación insoslayable al desfile de toda una generación.