El papá de Armando es un enamorado del fútbol y hoy le ha hecho un regalo muy especial: ¡su primer balón de fútbol! Por fin podrá compartir con él su gran pasión enseñándole a jugar a fútbol. Pero Armando no muestra el mismo entusiasmo que el padre por ese deporte, ni responde a los automatismos que suponemos en los chicos, cuando los enfrentamos a esa famosa esfera. Armando no parece llevar los grandes chuts y las grandes paradas en los genes, pero se las apañará para incorporar la pelota en sus juegos. ¡No apto para papás superfutboleros!
El papá de Armando es un enamorado del fútbol y hoy le ha hecho un regalo muy especial: ¡su primer balón de fútbol! Por fin podrá compartir con él su gran pasión enseñándole a jugar a fútbol. Pero Armando no muestra el mismo entusiasmo que el padre por ese deporte, ni responde a los automatismos que suponemos en los chicos, cuando los enfrentamos a esa famosa esfera. Armando no parece llevar los grandes chuts y las grandes paradas en los genes, pero se las apañará para incorporar la pelota en sus juegos.
¡No apto para papás superfutboleros!