El hombre después de sus búsquedas infructuosas de varios dioses, completa el ciclo y descubre que el dios imaginado por él, como sentado en el cielo, gobernando el mundo, es su propio ser. Ningún otro, excepto su Ser era Dios, y el pequeño "yo" jamás ha existido.
Desde los primeros tiempos ha habido varias sectas desperdigadas por la India y como nunca hubo una iglesia reconocida o aceptada, o un grupo de hombres que designase las doctrinas que deberían creer, las personas fueron libres para elegir sus propias fórmulas, crear su propia filosofía y establecer sus propias sectas.
El pensamiento religioso hindú comienza con el dualismo, pasa al no dualismo cualificado y termina en un perfecto no dualismo.