Más allá del mundo del lenguaje, se extiende la Nada. La vida humana,inevitablemente, es la articulación entre ambos. Para aliviar estadolorosa lucha y beneficiarse de ello, el hombre elabora distintasformas defensivas. Estas barreras ontológicas son la religión, elarte, la ciencia y la filosofía. Bergman, como artista, guarda estelímite ayudando al espectador a evitar que renuncie y se precipite.Ayuda a que -aunque con dolor y angustia- la vida sea vivida. Suspersonajes son nuestra imagen. Si bien sus vidas se desarrollan enespacios y tiempos diferentes, las claves esenciales para acceder alos interrogantes de aquella humanidad, nos hacen entender mejornuestra existencia. Bergman, el guardián de la nada, abre la puerta al universo del gran director sueco y aporta conceptos para un posibleacercamiento a su obra.