Sobrepasando los estrictos límites del circuito folk de Nueva York, la nueva voz contenida en el disco «Suzanne Vega» vende un millón y medio de copias. El folk estaba salvado. Dos años después (1987) «Solitude Standing» -con «Luka» incluida- consagra a esta rubia fantasiosa medio portorriqueña que inicia involuntariamente una ola neo-folk-rock femenina durante el segundo lustro de los años ochenta.
Temática urbana, animosidad lúgubre, magia gris y humor negro caracterizan la poesía impresionista de rima corrosiva y versos desgarrados de SUZANNE VEGA, criatura extraordinaria tocada por el don de escribir el idioma único del alma, la palabra justa, el verbo carnal.