Esta es una novela postestalinista, posmaoísta y poscapitalista. Veamos: Durry, un niño de etnia china, sobrevive a las matanzas de comunistas que tienen lugar a finales de 1965 en la Indonesia de Suharto (300.000 asesinatos). Crece bajo el cobijo de una familia comunista australiana e, insatisfecho por el escaso dinamismo revolucionario de su entorno, se integra primero en el poderoso cuerpo secreto de la República Democrática Alemana y luego, cuando el muro de Berlín se desmorona, se pone al servicio de una organización clandestina del gobierno chino y se convierte en una especie de agente ejecutor para, digamos, "tareas de desratización y desinfección ideológica". Nuno Gutierres Bandeira, licenciado en Derecho e hijo de armadores portugueses, participa activamente en la llamada Revolución de los Claveles como comisionado por el Partido Comunista para dar apoyo logístico a la toma popular de dos fábricas en Oporto y cuando se produce el reflujo revolucionario aprovecha la herencia de sus padres para fundar una ONG, Africa Verde, con el objetivo de defender el Medio Ambiente (de Angola, por ejemplo) frente a la codicia de los países (China, por ejemplo) necesitados de abastecerse de petróleo y otros recursos naturales. Al parecer no es consciente de que uno de sus colaboradores utiliza la ONG para llevar a cabo actividades de fraude y corrupción. Michel Nouval es un antiguo campeón checoslovaco de motociclismo que se expatrió en Suiza y que hoy se desempeña como comisario jefe de la policía criminal mientras sueña con obtener unas buenas condiciones en su próxima jubilación, ese paraíso que el capitalismo oferta entre la muerte laboral y la muerte física, para regresar a su antigua patria y crear un Museo de la Motocicleta Checoslovaca. De momento debe investigar acerca de la aparición de un cuerpo mutilado sobre las apacibles y burguesa aguas de la muy acaudalada y respetable ciudad de Ginebra. Pues ya ven, el comunismo los cría y el novelista los junta, y de esa sorprendente juntanza de trayectos brota una narración absolutamente inesperada y verdadera, porque al fin y al cabo una novela es eso: la historia de cómo el talento narrativo convierte en verdad lo que hasta entonces parecía inverosímil, el amor, la amistad, la traición, la ideología, la avaricia y la muerte.
Canje es la historia de un asesinato en un contexto dominado por las discusiones internacionales sobre el cambio climático, el poder emergente de China y su relación con los países africanos productores de petróleo. Una novela de espías, traiciones y corrupción, conducida por unos personajes que ven como sus vidas se entrelazan.Esta es una novela postestalinista, posmaoísta y poscapitalista.Veamos: Durry, un niño de etnia china, sobrevive a las matanzas de comunistas que tienen lugar a finales de 1965 en la Indonesia de Suharto (300.000 asesinatos). Crece bajo el cobijo de una familia comunista australiana e, insatisfecho por el escaso dinamismo revolucionario de su entorno, se integra primero en el poderoso cuerpo secreto de la República Democrática Alemana y luego, cuando el muro de Berlín se desmorona, se pone al servicio de una organización clandestina del gobierno chino y se convierte en una especie de agente ejecutor para, digamos, «tareas de desratización y desinfección ideológica».Nuno Gutierres Bandeira, licenciado en Derecho e hijo de armadores portugueses, participa activamente en la llamada Revolución de los Claveles como comisionado por el Partido Comunista para dar apoyo logístico a la toma popular de dos fábricas en Oporto, y cuando se produce el reflujo revolucionario aprovecha la herencia de sus padres para fundar una ONG, África Verde, con el objetivo de defender el Medio Ambiente (de Angola, por ejemplo) frente a la codicia de los países (China, por ejemplo) necesitados de abastecerse de petróleo y otros recursos naturales. Al parecer no es consciente de que uno de sus colaboradores utiliza la ONG para llevar a cabo actividades de fraude y corrupción.Michel Nouval es un antiguo campeón checoslovaco de motociclismo que se expatrió en Suiza y que hoy se desempeña como comisario jefe de la policía criminal mientras sueña con obtener unas buenas condiciones en su próxima jubilación, ese paraíso que el capitalismo oferta entre la muerte laboral y la muerte física, para regresar a su antigua patria y crear un Museo de la Motocicleta Checoslovaca. De momento debe investigar acerca de la aparición de un cuerpo mutilado sobre las apacibles y burguesas aguas de la muy acaudalada y respetable ciudad de Ginebra.Pues ya ven, el comunismo los cría y el novelista los junta, y de esa sorprendente juntanza de trayectorias brota una narración absolutamente inesperada y verdadera, porque al fin y al cabo una novela es eso: la historia de cómo el talento narrativo convierte en verdad lo que hasta entonces parecía inverosímil, el amor, la amistad, la traición, la ideología, la avaricia y la muerte.