«¡Me has matado, zorra! ¡Serás mamona!»
Estar muerto es un asco. Igual que estar no muerto. Y, si no, que se lo pregunten a Thomas Flood, que, al despertarse tras la noche más fantástica de su vida, descubre que su novia, Jody, es un vampiro. Y ¡sorpresa! Ahora él también lo es. Lo del mordisco habría hecho romper a muchas parejas. Pero Tommy y Jody están enamorados. Lo malo es que corre el rumor de que el chupasangre que mordió a Jody no debía reclutar más miembros para el club. Y lo que es peor: los antiguos compañeros de bolos de Tommy andan tras él, enviados por una prostituta de Las Vegas teñida de azul a la que llaman Blue (cómo no). Y esa sí que es una mamona.
Christopher Moore, que convirtió las Navidades en un hilarante baile de zombis y ángeles en El ángel más tonto del mundo e iluminó con su vis cómica ese país ignoto que es la muerte en Un trabajo muy sucio, regresa ahora con una historia de amor vampírico que rompe moldes.