De mirada dócil, intensa y osada; Asyrén Mirrente había dedicado parte de su vida a la enseñanza-aprendizaje en nivel medio superior, cuestionándose siempre de todo y para todo. De pronto ella comienza a perder la noción de momentos en su vida, pero sin rastro a recordar algo o alguien. Ingerir alimento un deleite humano, sin embargo, pasó a ser su mayor martirio. Sintiéndose observada cada instante y en un destello regresan las dudas ¡Estoy viva! ¡Estoy muerta! ¿Acaso reviví? Conociendo que solo somos un mundo más, en un cosmos, sin horizontes y? ¿ella era parte de alguno?