Había sospechas y acusaciones de traición con la vista puesta en la discutida gestión militar de Largo Caballero e Indalecio Prieto. Las actas de la comisión, que transcribe Nadal con profusión y esmero, producen abatimiento por las conductas descritas.
Largo Caballero se reclama el responsable de la pérdida de Málaga. Él mismo asume el juicio histórico y la condena por el fracaso y la derrota:
"Se cumplieron (las órdenes) y si hubiese existido
alguna negligencia no sería de ellos, sino mía...
Dije que, en todo caso, el proceso debía incoarse
contra mí y no contra mis subordinados». Se
demostró que no habían hecho más que cumplir
mis órdenes, porque era yo el que ordenaba el
envío de material a todos los frentes (...)."
Indalecio Prieto, de acuerdo con el Gobierno vasco, determinó la «salida» de la flota republicana, abandonando el Estrecho y el puerto de Málaga para la Campaña del Norte. Málaga perdió, con ello, su última posibilidad de defensa.