Preciso y detallista, Santiago Montobbio, nos abre la puerta de su casa del ensanche barcelonés y la de su biblioteca trasladando, en esta seguda parte de De infinito amor. (cuadernos del encierro), la continuación del diario poètico de lecturas y pensamiento, publicado en dos tomos en esta misma editorial, donde resaltan anotaciones eruditas, afectivas, recuerdos, y , sobre todo, poésia.