Al contrario que Baroja, rara vez situó Galdós el escenario de sus novelas fuera de España, pero durante una década, la de su plenitud novelística, iniciada con La desheredada y culminada con Fortunata y Jacinta, pasó los veranos recorriendo Europa. Las
Al contrario que Baroja, rara vez situó Galdós el escenario de sus novelas fuera de España, pero durante una década, la de su plenitud novelística, iniciada con La desheredada y culminada con Fortunata y Jacinta, pasó los veranos recorriendo Europa. Las