Basándose en un trabajo de campo, con la etnografía como método de investigación propio de la antropología, la autora da cuenta de dos procesos de patrimonialización interrelacionados entre sí: de la Costa da Morte y de la elaboración de encajes de bolillo de Camariñas por parte de las palilleiras. Haciendo un recorrido que va "del paisaje al cuerpo", analiza qué ha ocurrido para que un lugar periférico y caracterizado como maldito y una artesanía textil, elaborada desde hace siglos por mujeres desde un paradigma económico e incluso industrial, pase a considerarse algo valioso y parte de nuestro patrimonio. En este proceso ambos elementos se han visto transformados sustancialmente o, más bien, la relación que tienen las personas con este paisaje y con esta práctica.