Este es el diario que escribió un hombre en una ciudad de hombres y mujeres separados por la euforia y el miedo, esos dos rostros que nos ofrecen siempre las guerras. Un cubano en el Madrid de 1936, al que los albores de la Guerra Civil colocaron ante el horror que vivían los españoles, un dolor que no podía percibir como ajeno, Porque para él no lo era.
José María Chacón y Calvo (La Habana, 1892-1969) procedía de una familia
de larga tradición en las armas y la administración españolas.
En 1950 rehabilitó la dignidad familiar de conde de Casa Bayona. Tras cursar estudios en La Habana y Nueva York, se doctoró en Derecho y Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana. Su vocación por los estudios hispánicos lo impulsó en 1918 a solicitar un cargo en el servicio exterior cubano en la Legación de Madrid. Desde entonces, con breves pausas, hasta 1936, concilió sus labores diplomáticas con su pasión por la filología, la historia de la colonización española en América,
y la literatura y la poesía de España y Cuba. Resultado de ello es la notable nómina de investigaciones y publicaciones que lo convirtieron en uno de los hispanistas cubanos más notables de la primera mitad del siglo XX.
A lo largo de sus años madrileños, Chacón disfrutó del trato frecuente con los más importantes intelectuales de la época. En particular, cultivó la amistad con Juan Ramón Jiménez, Ramón Menéndez Pidal, Gregorio Marañón,
Alfonso Reyes, Federico García Lorca y Rafael Alberti, entre otros.
Este diario, ajeno del tremendismo y de cualquier parcialidad partidista, es un documento que arroja una luz distinta, una luz plural, una luz íntima, una luz única sobre el drama que dividió a las "dos Españas".