Rodrigo está atrapado en su propio abrigo: la cremallera ni sube ni baja. Todos en el colegio tratan de rescatarlo, pero la cremallera no cede ni un milímetro. No hay más remedio que dar la orden de aviso.
Rodrigo está atrapado en su propio abrigo: la cremallera ni sube ni baja. Todos en el colegio tratan de rescatarlo, pero la cremallera no cede ni un milímetro. No hay más remedio que dar la orden de aviso.