Los frágiles arenales y ecosistemas de Doñana sustentaron durante los siglos XVI y XVII una fuerte especialización industrial en la fabricación de carbón, que no ha tenido parangón en otras épocas históricas. Los miles de hombres y mujeres atraídos a Sevilla por el comercio y el espejismo de Indias necesitaban leña y carbón para cocinar, calentarse y fabricar, que se surtía desde estas tierras a través de los puertos de la ría del Tinto. El “todomonte”, un carbón barato y de consumo popular, tuvo escasos competidores en este periodo y se convirtió en un factor de capitalización y prestigio social en la comarca.
Los factores que motivaron este fenómeno y sus rasgos son analizados minuciosamente en el presente libro, que no se olvida de caracterizar la actividad en todas sus facetas, descepado, elaboración de hornos, transporte, vigilancia y ventas, y a sus protagonistas, perfilados en sus rasgos sociales básicos y en los que el autor dice reconocer auténticos emprendedores.