La obra aborda el estudio del filibusterismo en el Senado de Estados Unidos, cámara en la que este antiguo instrumento obstruccionista ha sobrevivido y en donde cobra una extremada relevancia. En sus capítulos introductorios se repasa la teoría general del obstruccionismo parlamentario y su evolución histórica en los principales parlamentos hasta llegar a la actualidad. Posteriormente se contextualiza el filibusterismo en el sistema político estadounidense, para lo que se realiza una síntesis de los caracteres más destacados (y relacionados con el filibusterismo) de la forma de gobierno norteamericana, con particular atención al Congreso y a las características generales del procedimiento parlamentario en dicho país. A continuación, se dedica un amplio capítulo al análisis de la evolución histórica del filibusterismo en el Senado estadounidense, prestando especial atención a los instrumentos empleados, los ámbitos materiales afectados por el obstruccionismo, así como los distintos remedios o antídotos puestos en práctica en cada período; todo ello partiendo de la exposición de los casos más significativos de filibusterismo a lo largo de los dos últimos siglos. Seguidamente, se analiza la virtualidad e incidencia del filibusterismo en el sistema político norteamericano. Al hilo de ello se aborda a continuación la exposición de las diferentes valoraciones que del mismo se han producido en el seno de la doctrina (y también de la política) norteamericana, analizándose la cuestión de su constitucionalidad o inconstitucionalidad, así como las perspectivas de futuro de la institución de la libertad de palabra (irrestricta) en el Senado americano. La obra se cierra con un capítulo de conclusiones.
El filibusterismo en el Senado estadounidense (o su envés, la libertad de palabra) es un instituto clave en el sistema político norteamericano, imprescindible para comprender su funcionamiento operativo. Su utilización ha estado ligada a los grandes temas que han dividido la política y la sociedad estadounidense en los dos últimos siglos. El filibusterismo ha cumplido y cumple diferentes funciones, principalmente la de defensa de las minorías. Así, ha actuado como garantía de los derechos de los Estados pequeños frente a los grandes (por lo que respecta al equilibrio con la Cámara de Representantes). Por otra parte, es una válvula de escape frente al bipartidismo, pues permite que corrientes minoritarias dentro de los dos grandes partidos no sean aplastadas por la fuerza numérica o los aparatos de los mismos. Asimismo, tras la reforma del cloture (cierre del debate) en 1917 el filibusterismo se ha transformado en una regla de votación, haciendo que determinadas leyes, las más importantes, por cuanto que existe un self-restrain efectivo, requieran para su aprobación de la denominada supermayoría (60 votos), lo que obliga a un mínimo acuerdo entre los dos grandes partidos o entre amplios sectores de los mismos. Tratándose, pues, de un elemento favorecedor de compromisos, con todo, el filibusterismo ha amenazado y amenaza en determinadas coyunturas con bloquear la capacidad de respuesta del Senado, y con él de todo un sistema, frente a determinados desafíos.