Antonio Carvajal, nacido en Albolote (1943), ha sido profesor titular de Métrica en la Universidad de Granada. Entre otros premios, ha recibido el de la Crítica por Testimonio de invierno (1990), el Villa de Madrid-Francisco de Quevedo por Los pasos evocados (2044), el Internacional Piero Bigongiari de la Academia del Ceppo (Pistoia, Italia) por Una canción más clara (2008) y el de la Crítica de Andalucía por Un girasol flotante (2011), distinguido posteriormente con el Premio Nacional de Poesía. Es miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada y de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera.
Su primer libro lo marcó como uno de los innovadores de su época (1968) y ha suscitado un generoso homenaje de lectores amigos, 40+4 años de Tigres en el jardín (Sevilla, Point de lunettes, 2012, edición de Dionisio Pérez Venegas y José Cabrera Martos). Su obra hasta 1982 se recogió en el volumen Extravagante Jerarquía (Madrid, Hiperión, 1983); para entonces ya recibía el honroso pero ambiguo título de il miglior fabbro de la poesía española contemporánea; consciente de tal ambigüedad, y con la benévola ironía que la edad propicia, nos ofrece El fuego en mi poder, ocios de la senectud y adecuaciones de la memoria, en que los alardes técnicos, a veces ocultos, a veces ostentosos, oscilando entre el rigor y el juego, se ponen al servicio de sus ideas constantes: el valor de la amistad, el poder salvífico del arte, la preocupación y la solidaridad con los más desvalidos, la exaltación de la consciencia y la bondad humanas, etc.