La expansión imperial europea durante la Edad Moderna se basó en buena medida en la implantación de una economía esclavista global. Esta aberración empezó a ser cuestionada a partir de la Ilustración y la Declaración de los Derechos Humanos en el seno de las mismas potencias coloniales. Y el primer paso efectivo hacia la abolición tuvo lugar en 1834 en un remoto rincón del imperio británico: Isla Mauricio. Ese "gran experimento" ha inspirado el proyecto de Miguel Ángel García, comisariado por