Este libro analiza el complejo panorama del mercado de arte entre Flandes y Castilla en tiempos de Isabel I de Castilla. La investigación se articula en torno a tres vectores principales: demanda, oferta y mercado. En el primero, se analizan los condicionantes económicos, sociales, culturales y jurídicos que propiciaron el boom del comercio artístico en una de las épocas más prósperas de la historia económica castellana. En el epicentro del estudio situamos a los mercaderes, cuyo papel fue indispensable en una múltiple vertiente: siendo intermediarios de los clientes finales de obra foránea, actuando como introductores de tendencias, o convirtiéndose en consumidores de las propias piezas artísticas que transportaban. Su análisis ha permitido llegar a importantes conclusiones y abogamos por nuevas investigaciones en este campo. Por último, ponemos en valor aspectos poco estudiados en la Historia del Arte, tales como el papel de las ferias castellanas, la gestión de las tiendas de venta al por menor o el transporte y manipulación de las propias obras traídas desde Flandes a Castilla.