El metro de platino iridiado despliega un asombroso repertorio de registros: el buceo visionario y abisal en la psicología de sus personajes, la más elevada especulación filosófica, el inesperado quiebro humoristico, el coloquialismo más certero. Todo ello, lo más profundo y lo más cotidiano, lo trágico y lo cómico, perfectamente fundido y ensamblado en esta novela, ambientada en el Madrid de los últimos años, tan ambiciosa como lograda.