Mantener la memoria de los hechos del pasado a veces es improductivo. Otras, solo es una pérdida de tiempo. Sin embargo, el pasado siempre está ahí. Creemos que todo se esfuma en un torbellino de humo lejano. Creemos, también, que la desmemoria nos puede salvar de lo que fuimos y de lo que hicimos. Lo importante, pensamos, es seguir adelante. A fin de cuentas, es el río de la vida el que nos lleva hacia el mañana; inexorablemente.
Pero, a veces, eso que llamamos memoria de nosotros mismos y esa otra que es colectiva, porque la compartimos con otros muchos seres humanos, nos influye más de lo que estamos dispuestos a reconocer.
En este pequeño libro podremos observar el devenir de protagonistas que vivieron el conflicto del Sahara Español en los años setenta del siglo pasado. Cada uno de ellos a su manera: como soldados del ejército español, como saharauis implicados en la lucha por la libertad de su país o como simples ciudadanos de a pie que rozaron los estertores del fin del franquismo y de las colonias del Sahara Occidental. Ya han transcurridos más de 43 años desde ese aciago episodio de la historia reciente de nuestro país y esos mismos protagonistas viven su día a día en este siglo presente, que como diría Carlos Gardel en su famoso tango es cambalache, problemático y febril.
Cada uno de los personajes que pueblan esta historia, lo busquen o no, se dejan asaltar por recuerdos o toman decisiones influidos por su memoria, esa que creemos perdida.
En definitiva, este libro es una novela que nos recuerda aspectos del pasado más reciente de la historia de este país y que permite mirar con ópticas distintas el conflicto del Sahara y sus secuelas. Esas secuelas son influencias sutiles, pero presentes en la vida de seres particulares que viven, malviven, sueñan, sufren y trabajan su día a día sin que este sea ajeno a su memoria.