En un mundo cambiante, merece mucho la pena detenerse a reflexionar sobre qué hemos hecho mal como sociedad y hacia dónde nos han conducido nuestros gobernantes. Este libro es un repaso por la historia para entender las circunstancias en las que la moral, y nuestras responsabilidades individuales y colectivas se asientan en la sociedad y en las costumbres. Frente a tópicos y lecturas interesadas, este libro es un verdadero ejercicio para explicarnos qué ha pasado en la sociedad en los últimos siglos y qué pasa en la actualidad.½Quienes ayer solían otear el mundo con ambición esperanzada auguraban nobles victorias: caídas de imperios, aboliciones de esclavitud, prosperidad creciente, emancipación femenina, triunfo de la razón y del saber objetivo, advenimiento definitivo de la fraternidad entre las gentes. +No abonaba la marcha general de los acontecimientos esa esperanza? La revolución industrial, los avances de la ciencia, la secularización del mundo y el retroceso de la superchería, eran corrientes más poderosas que las humillaciones y las desgracias que engendraban las tiranías, el oscurantismo religioso y las guerras más atroces. Derrotas, sobresaltos y retrocesos, no bastaban para socavar la fe laica en el progreso, moral por definición, de la raza humana+ (Salvador Giner).
Somos seres morales: juzgamos la conducta ajena y la propia. Poseemos valores, creencias, invocamos las normas o las transgredimos. ¿De dónde procede todo ello? El profesor Salvador Giner explora en este ensayo, lúcidamente y sin cortapisas, los orígenes reales de valores y actitudes morales. Desvela las causas de los preceptos éticos y las de los conflictos que los generan. Contra la extendida idea del desconcierto actual de valores, El origen de la moral propone una ética secular, universal yrobusta.Nuestro tiempo, que tantos consideran yermo de convicciones morales firmes es también el de los principios esenciales de la ciudadanía, de los derechos humanos, de la decencia pública obligada. La respuesta que ofrece El origen de la moral, contra toda posición relativista o que invoque fuerzas sobrenaturales, es contundente, esperanzada, racional yrepublicana. Convincente.«Quienes ayer solían otear el mundo con ambición esperanzada auguraban nobles victorias: caídas de imperios, aboliciones de esclavitud, prosperidad creciente, emancipación femenina, triunfo de la razón y del saber objetivo, advenimiento definitivo de la fraternidad entre las gentes. ¿No abonaba la marcha general de los acontecimientos esa esperanza? La revolución industrial, los avances de la ciencia, la secularización del mundo y el retroceso de la superchería, eran corrientes más poderosas que las humillaciones y las desgracias que engendraban las tiranías, el oscurantismo religioso y las guerras más atroces. Derrotas, sobresaltos y retrocesos, no bastaban para socavar la fe laica en el progreso, moral por definición, de la raza humana» (Salvador Giner).