Perú, 1821 y 1822. Las tropas del sublevado general San Martín, sitian Lima. La guerra civil entre independentistas y realistas, entre rebeldes y fieles a la metrópoli. La vida, mientras tanto, transcurre, dentro de lo posible, con la cotidianidad de cada día. Españoles criollos blancos, indios de todas las etnias, mestizos, negros, mulatos, zambos conforman la sociedad peruana, donde privilegios y miserias se reparten con la misma disimilitud de siempre. Además, existen dos tipos de personas: libres y esclavos. La mercancía humana reniega de su situación, y se escapan: son los cimarrones. Unos hombres se dedican a recuperarlos, y devolverle la propiedad a su amo. Las andanzas de toda esa mezcolanza de gentes y, sobre todo, de uno de esos cazadores de esclavos, un antihéroe absoluto que mata sin remordimientos, se relatan en las páginas que conforman dos años fundamentales de la historia de una parte de la América que fue española.