Spuk está aburrido en su planeta, y nos lleva de viaje por el espacio exterior. Este es el pretexto con el que el libro abre una pequeña ventana pensada para los ojos asombrados de los pequeños monstruos. Asomándose un poco podrán descubrir planetas de colores luminosos, seres extraños, y viajes intergalácticos que estimularán su imaginación y les permitirán soñar en tecnicolor. Pero este libro es, además, una ventana a otros libros. El espíritu de El Principito y de los cuentos de Beatrix Potter se filtra por las rendijas e invita a los niños a conocer otros mundos maravillosos, y a volver, extenuados, a su propio planeta, para soñar nuevas aventuras.