SIMMONS, DEBORAH / RANSTROM, GAIL
El vizconde misteriosoDeborah SimmonsTenía el corazón de piedra y no confiaba en nadie...Los truenos restallaban y los relámpagos iluminaban el cielo, haciendo destacar la imponente silueta de su nueva residencia, pero la hermosa e irreductible señorita Sydony Marchant no era de las que se amedrentaban fácilmente. La mansión no la atemorizaba, pero sí lo hizo la llegada del vizconde Hawthorne. Bartholomew ya no era el muchacho que ella besó, sino un hombre con un cruel brillo en los ojos.El había ido a encontrarse con Sydony para descubrir una verdad y arruinarla. Sin embargo, muy pronto los dos se verían enredados en oscuros secretos...Un libertino enamorado Gail RanstromLa misteriosa seductora se hacía llamar lady Lace?Aburrido de su vida disoluta, Andrew Hunter ansiaba una nueva distracción. Y se le presentó en la figura de la misteriosa lady Lace. Sus flirteos indicaban que se trataba de una mujer experimentada; pero sus mágicos besos eran inocentes y puros.Aquel noble que se había ganado el apelativo de lord Libertino se propuso seducirla para averiguar la verdad. Pero tan famoso canalla no estaba preparado para las respuestas que consiguió. Y, al tiempo que descubría los secretos de la dama, puso en peligro su vida y su corazón.
El vizconde misteriosoDeborah SimmonsTenía el corazón de piedra y no confiaba en nadie...Los truenos restallaban y los relámpagos iluminaban el cielo, haciendo destacar la imponente silueta de su nueva residencia, pero la hermosa e irreductible señorita Sydony Marchant no era de las que se amedrentaban fácilmente. La mansión no la atemorizaba, pero sí lo hizo la llegada del vizconde Hawthorne. Bartholomew ya no era el muchacho que ella besó, sino un hombre con un cruel brillo en los ojos.Él había ido a encontrarse con Sydony para descubrir una verdad y arruinarla. Sin embargo, muy pronto los dos se verían enredados en oscuros secretos...
Un libertino enamorado Gail RanstromLa misteriosa seductora se hacía llamar lady Lace?Aburrido de su vida disoluta, Andrew Hunter ansiaba una nueva distracción. Y se le presentó en la figura de la misteriosa lady Lace. Sus flirteos indicaban que se trataba de una mujer experimentada; pero sus mágicos besos eran inocentes y puros.Aquel noble que se había ganado el apelativo de lord Libertino se propuso seducirla para averiguar la verdad. Pero tan famoso canalla no estaba preparado para las respuestas que consiguió. Y, al tiempo que descubría los secretos de la dama, puso en peligro su vida y su corazón.