La obra de Pablo Aranda tiene una calidad y un estilo que la
dotan de un carácter propio, por lo que merece ser estudiada
en profundidad. Este trabajo comienza situando la producción
del escritor malagueño en el contexto de la narrativa española
actual y, a continuación, profundiza en dos facetas que caracterizan
especialmente su novelística. Se trata, en primer lugar,
de la construcción de los personajes —elemento central de sus
historias— mediante el monólogo interior y, en segundo lugar,
de la presencia de rasgos propios de la novela criminal en sus
últimos títulos publicados: Los soldados, El protegido, La distancia,
así como en Desprendimiento de rutina, que funciona
como parodia de la novela de detectives clásica.