Efi Cubero desmiente la quimera del tiempo lineal y nos ofrece su propio tempo y su latido. Una mirada que nos habla y nos guía, y nos regala lo contemplado como quien abre la cancela a las primicias de un bosque secreto, en el primer relente del alba. Fuera queda la ganga y la quincalla. Sus lectores, afortunados, dentro, respiramos la esencia.