En ciencia no basta con las afirmaciones, ni siquiera con las evidencias, hacen falta además argumentos y pruebas empíricas. Cuando hablamos de Poder no sólo nos referimos al que pueda acumular la clase política: el Poder, aquí, es, fundamentalmente, esa articulación socioeconómica que posee enorme influencia tanto en el funcionamiento del mundo como en los comportamientos humanos a nivel cotidiano. Se escribe con mayúscula. Y, a nivel general, contemplamos toda clase de poder, sea del signo ideológico que sea. Esos poderes precisan de unas herramientas mensajísticas —de comunicación— que les permitan conducir hasta los potenciales receptores una serie de ideas e ideologías —sean las que fueren— que resulten de utilidad para procurar perpetuarse como poder todo el tiempo que sea posible. En este sentido, Poder y Comunicación resultan inseparables a lo largo de toda la Historia de la Humanidad.
En Estructura y Poder de la Comunicación llevamos a cabo una breve aproximación a esta compleja cuestión.
El Poder está obligado a defender los privilegios que ha logrado. «Quien desee cambiar sustancialmente esta realidad debe olvidar esa postura de lloriqueo crítico llamada ‘progresista' y bajar a la arena de la Historia a construir un Poder Paralelo, si es que quiere y puede.»
Queda, pues, el lector de este libro invitado a sumergirse en los problemas que le plantea la realidad, que es como es, no como quisiéramos que fuese.