1992: Hoy, en Cataluña, el "conflicto lingüístico" es un tabú. La criminalización llevada a cabo por el nacionalismo contra la legitimidad del castellano en Cataluña, ha dejado "sin palabras" a los castellanohablantes. Nadie se atreve a hablar de la "limpieza lingüística" que se está llevando a cabo, de la voluntad monolingüista del catalanismo o, si prefieren, del deseo de erradicación del castellano en Cataluña. Y cuando alguien se ha atrevido, se le ha estigmatizado. Partiendo de esos supuestos -si bien el inicio de la obra se describe en clave nacionalista- la autora construye una historia dialéctica, a caballo entre la novela y el libro de ensayo, en la que nos relata la historia de amor de un profesor de catalán apóstata que pagará con su intimidad la ambición por querer seguir manteniendo una conciencia autónoma y libre. Monólogo de espejos, juicio de intenciones, advertencia histórica quizás: esto es un libro distinto. Lo amará o lo maldecirá, pero no le dejará indiferente. 2008. 16 años después: La "Limpieza lingüística" llevada a cabo durante las últimas dos décadas en Cataluña, comenzó a ser denunciada en las páginas de Extranjeros en su país . Pero su osadía le convirtió en el texto más silenciado por el mundo editorial de Cataluña. Desapareció de librerías, se ocultó su información, pero nadie pudo impedir que corriera de mano en mano, como en los aciagos años de la dictadura. Quien quiera bucear en las causas de este "racismo cultural" encubierto, habrá de respirar sus páginas. No es difícil, otros lo han querido leer y han caído en la cuenta de que ya lo habían vivido.