Durante una larga convalecencia de varicela, una niña lee incansable los libros que comban la estantería del salón de su casa. En un recorrido por la historia de su familia, sus amores, sus desvelos y sus alegrías, esa niña irá desgranando como narradora y protagonista de esta novela su paso a la edad adulta, marcada por el descubrimiento de la escritura y, sobre todo, las escritoras. El gatillo ya ha sido acariciado por la mano -la suya propia- que, llegado el momento, la impulsará y ejercerá de detonador para su viaje a través de las palabras. Formas de disparar un arma es un artefacto narrativo tejido con los recuerdos de la autora, sus anhelos, vivencias y ficciones. Un libro que salta adelante y atrás en el tiempo, juguetea con el lector y le entrega un puzle que debe recomponer con los retazos de esta suerte de diario personal, autobiografía y ensayo sobre técnicas narrativas, que acaba convirtiéndose en un alegato a favor de la literatura y su poder, como la única arma capaz de salvar vidas.