Ni Frontex es Bauhaus, ni esta publicación es el catálogo de una ferretería. Pero la valla de Melilla existe y ha estado dos años cerrada por culpa del covid, convirtiendo la ciudad en una isla rodeada de tierra. El salto multitudinario del 24 de junio del 2022 -con 23 muertos reconocidos; otras fuentes hablan de 37 personas fallecidas- vuelve a poner Melilla en el centro de la ignominia europea respecto a los migrantes de los países africanos. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, felicitó la actuación de la Gendarmería marroquí. El think tank Observatorio de Ceuta y Melilla y el partido ultraderechista Vox piden que la frontera sea gestionada por Frontex. Así el Estado puede lavarse las manos.olucionaria―, pero ante todo una autobiografía crítica de la Italia de la segunda mitad del siglo veinte, cumpliendo así la misión del escritor según Walter Benjamin: pasarle a la historia el cepillo a contrapelo, esto es, mostrar la otra cara de la historia, la de los vencidos, con sus padecimientos y sus resistencias. Amén de ser un gran crítico literario Bellocchio fue, casi de forma ún