Tanto jóvenes como mayores buscan una nueva configuración del mundo porque la actual no sirve como modelo, una configuración de las relaciones entre todo aquello que habita el planeta Tierra, una mera concepción del mundo y de lo humano. En España miles de jóvenes miran al porvenir con angustia por la dificultad de encontrar trabajo, por la interinidad de sus contratos y por los sueldos irrisorios, a lo que se une el elevado precio de la vivienda. Es un amplio sector de población que comienza a sentirse marginada y que bien podría llegar a vivir en los márgenes de la vida civil.