Yorgos Ruskas tiitula Icor, a una pequeña antología de poemas de sus obras. Incluye varios haikus, los cuales el autor considera que comparten características comunes entre la antigua Grecia y la cultura tradicional japonesa, porque se centran en el esfuerzo del alma y el cuerpo por expresar la perfección a través de una pequeña obra de arte como es el haiku. A lo largo de sus poemas, el autor explora temas diversos y muestra la importancia de las pequeñas cosas que pueden pasar desapercibidas. Se sumerge en la sensibilidad, el existencialismo, lo romántico y lo social, a veces adoptando un tono sarcástico o melancólico. En general Ruskas destaca la importancia de apreciar las pequeñas cosas y muestra diversas reflexiones sobre la sensibilidad, el existencialismo, lo romántico y lo social.