La espada de Damocles que la historiografía del franquismo ha tenido con el nazismo ha desdibujado una maquinaria represiva que va mostrando su dimensión a medida que aparecen testimonios y estudios corroborativos. Al franquismo no le faltó el asesoramiento de los nazis, que colaboraron con la victoria franquista en la guerra. Y después de la misma, Franco siguió colaborando con la Alemania de Hitler. Y no solo fueron campos de concentración. El franquismo se dotó de una red de trabajadores esclavos, de una mano de obra barata, en colaboración con grandes empresas del país, que sacaron adelante obra pública a coste cero. Esa gran trata de esclavos fue vivida de primera mano por César Broto. Esos batallones de trabajadores bajo un sistema de dominación y represión no solo sirvieron para reconstruir zonas del país sino para humillar a los que habían sido derrotados. Este libro de César Broto Villegas viene a narrar lo expuesto desde las vivencias de un militante anarquista que, a pesar de todas las adversidades, siempre tuvo la valentía de mirar hacia adelante por sus ideales y sobrevivir a la larga noche de