Este libro se ha considerado como uno de los ensayos más destacados que se hayan escrito nunca sobre las posibilidades y dificultades lógicas de una ciencia de la sociedad. Se formulan consideraciones sobre el método a seguir en los diversos ámbitos de las ciencias sociales. En su introducción, J. Francisco Álvarez señala la vigencia intelectual de Stuart Mil a la par que destaca su impulso moral como defensor de la libertad y la igualdad. En esta obra aparece por vez primera la propuesta milliana de la "etología" como ciencia del carácter humano en el sentido más amplio del término (incluyendo la formación del carácter nacional o colectivo además del individual).