Una deliciosa aventura para niños y adultos Littlejack tiene un mapa del tesoro y el capitán pirata Black tiene un barco, el Aeiu, así que lo más lógico es que se pongan de acuerdo para viajar a una isla remota en busca del tesoro. Al llegar allí, los intrépidos aventureros preguntan a los lugareños por el paradero del supuesto botín, pero no obtienen respuesta alguna. En venganza, Black, que odia la letra O, prohíbe que los isleños usen esa vocal. La tacha de rótulos, carteles y libros. Como aun así no le entregan el tesoro que busca, Black empieza a prohibir también todo aquello cuyo nombre contiene la letra O, como los caballos, las rosas o los yoyós. La isla, que se llama Ooroo, queda reducida a una simple ½r+, y algunos residentes, como el señor Otto Ott, tartamudean al intentar presentarse. Los isleños, liderados por el valiente poeta Andreus, se rebelan contra los piratas para recuperar la O. La aparición de un castillo mágico y un antiguo hechizo decidirán la contienda.
Por orden de unos malvados marineros que buscan un tesoro la letra O desaparecerá de todas las palabras de esta isla. La catástrofe será de unas dimensiones inesperadas pues al no existir las palabras, las cosas que llevaban esta letra dejarán de existir. Un divertido juego con nuevas palabras y nuevos significados que revolucionará la vida de sus habitantes. Ya lo habían hecho otros autores y Perec en El secuestro lo hizo con la A pero sigue siendo divertido.