La mayoría de los estudios existentes sobre la Segunda República española ha menospreciado la importancia que adquirió la vivencia de la política en los municipios de extensas comarcas agrícolas del sur peninsular. Asimismo, los intensos conflictos sociales, políticos, culturales y religiosos que se desencadenaron entre los distintos grupos sociales en su pugna por el control de los ayuntamientos han sido en parte pasado por alto. La República en los pueblos estudia el proceso de radicalización y de exclusión política del adversario que se produjo en una importante proporción de localidades agrícolas del sur español, suscitado por las profundas discrepancias y las irreconciliables posiciones que, en torno al ejercicio del poder local y la resolución de los conflictos laborales, sostuvieron tanto patronos como jornaleros. En tal sentido, los representantes políticos e ideológicos de la izquierda y la derecha que se vieron enfrentados en una incesante lucha por el poder municipal caminaron por la senda de la mutua descalificación, la incomunicación y la incomprensión, debilitando los canales del diálogo o de