Bruno Latour es uno de los sociólogos y filósofos más importantes del mundo. Su pensamiento se caracteriza por una asombrosa capacidad para poner en entredicho algunos de los binomios fundamentales de la filosofía occidental, como sujeto/objeto, naturaleza/cultura o individuo/clase social, y sustituirlos por creaciones propias, como humano/no-humano, actante/colectivo o actor-red. Estas Lecciones de sociología de las ciencias, reflexiones insólitas sobre la moral latente en un cinturón de seguridad, la relación entre un gato, una puerta y un periodista o las analogías entre textos científicos y literarios, son un excelente acceso al extraordinario ingenio y a la singular visión del mundo de Bruno Latour. A su vez, constituyen una alegre introducción a la sociología de las ciencias, en la medida en que muestran hasta qué punto las condiciones sociales influyen en la ciencia. Más allá del género en el que se quiera inscribir, este libro es un torrente de originalidad y genialidad que fascinará tanto al sociólogo, al científico y al politólogo como al artista y al literato, porque ninguno de ellos ha visto estallar nunca como en Latour las convenciones conceptuales con las que pensamos el mundo. ½Tomen en consideración cosas y hallarán humanos. Tomen en consideración humanos y se toparán con cosas. Presten atención a las cosas duras: irán suavizándose, ablandándose, humanizándose. Fijen su mirada en los humanos: verán cómo se vuelven eléctricos, automáticos, informáticos. Hagan tecnología y se convertirán en sociólogos. Hagan sociología y no tendrán otro remedio que ser tecnólogos.+
Bruno Latour es uno de los sociólogos y filósofos más
importantes del mundo. Su pensamiento se caracteriza por
una asombrosa capacidad para poner en entredicho algunos
de los binomios fundamentales de la filosofía occidental, como
sujeto/objeto, naturaleza/cultura o individuo/clase social, y
sustituirlos por creaciones propias, como humano/no-humano,
actante/colectivo o actor-red.
Estas Lecciones de sociología de las ciencias, reflexiones
insólitas sobre la moral latente en un cinturón de seguridad, la
relación entre un gato, una puerta y un periodista o las analogías
entre textos científicos y literarios, son un excelente acceso
al extraordinario ingenio y a la singular visión del mundo de
Bruno Latour. A su vez, constituyen una alegre introducción a
la sociología de las ciencias, en la medida en que muestran hasta
qué punto las condiciones sociales influyen en la ciencia.
Más allá del género en el que se quiera inscribir, este libro es
un torrente de originalidad y genialidad que fascinará tanto al
sociólogo, al científico y al politólogo como al artista y al literato,
porque ninguno de ellos ha visto estallar nunca como en Latour
las convenciones conceptuales con las que pensamos el mundo.
«Tomen en consideración cosas y hallarán humanos.
Tomen en consideración humanos y se toparán
con cosas. Presten atención a las cosas duras: irán
suavizándose, ablandándose, humanizándose. Fijen
su mirada en los humanos: verán cómo se vuelven
eléctricos, automáticos, informáticos. Hagan tecnología
y se convertirán en sociólogos. Hagan sociología y no
tendrán otro remedio que ser tecnólogos.»