Durante la pandemia del COVID 19 el miedo, la ansiedad y la incertidumbre se tomaron la vida de casi todo el planeta. Mucho de lo que ocurría parecía a la vez incierto, como si fuese parte de una extraña película sin fin en la que cada día pasaban las mismas cosas. Todos los días se hicieron iguales, llenos de las imágenes que nos trajeron la muerte, la ausencia de ciertos rituales, el hastío, la nostalgia y las conversaciones delirantes que ocurrían al interior de las casas. Una manera de habitar semejante desvarío, fue dejarse llevar por esas imágenes, esos estados y permitir que algunos fragmentos de la “película” se proyectaran en estas páginas, donde la poesía, el teatro y el cine se mezclan como parte de un mismo lenguaje.