El libro ofrece un panorama de las diferencias y las coincidencias de los géneros musicales aquí tratados, con un interés especial en la diferencia que se hace entre los géneros masculino y femenino: la masculinización de los cantantes de copla cuando utilizaban canciones cuya voz narradora era femenina, o cómo las cantantes de tango frecuentaban letras que no comprometiesen su voz cantora, su identidad de género que limitaba su repertorio o bien se veían o bien se veían abocadas a modificar sustantivos y adjetivos. De la misma manera, personas transgénero utilizaban la copla como una bandera de identidad, pues la folclórica seguía identificando a una mujer en vías de emancipación, como a ellas mismas les sucedíaEn esa bifurcación de géneros, aparece el nosotros del bolero.