Para un aborigen australiano, su paÃs es como una inmensa partitura musical: allà donde pisa puede cantar canciones inmemoriales que hacen surgir el paisaje, otorgan derechos territoriales, posibilitan el trueque simbólico y permiten expresar el alma del cantante. Fascinado por estas prácticas, antiguas y poéticas, Chatwin descubrió durante su experiencia en Australia no sólo la naturaleza de los aborÃgenes, sino la de los nómadas en general, y en este libro apunta conclusiones sobre la curiosidad que permanece insatisfecha en el hombre moderno.
Para un aborigen australiano, su paÃs es como una inmensa partitura musical: allà donde pisa puede cantar canciones inmemoriales que hacen surgir el paisaje, otorgan derechos territoriales, posibilitan el trueque simbólico y permiten expresar el alma del intérprete.Fascinado por estas prácticas antiguas y poéticas, Bruce Chatwin desvela a través de su experiencia en Australia no sólo la naturaleza de los aborÃgenes, sino la de los nómadas en general. Especie de manifiesto mÃstico-exorcista en medio de un itinerario encantado, Los trazos de la canción es, al mismo tiempo, un libro de viajes, una novela y una colección de aforismos, y por encima de todo un texto singular, tan mágico como el asunto del que se ocupa.
«Cualquier amante de los libros de viajes, las fábulas, las novelas, la antropologÃa ?y casi cualquier cosa que quepa imaginar? celebrará la reedición de este libro de Bruce Chatwin. Porque Los trazos de la canción contiene todo eso y bastantes más cosas difÃcilmente imaginables antes de haberlo leÃdo.» Mariano AntolÃn Rato, El Mundo «Una mezcla de diario de viaje, autobiografÃa, historia, filosofÃa, ciencia, meditación y libro de aforismos? Chatwin lleva el género de viajes más allá de lo exótico y lo pintoresco, directamente hacia lo metafÃsico.» The Boston Globe