½De todos modos no era feliz, ni tampoco lo había sido nunca.áCada sonrisa ocultaba un bostezo de hastío, cada alegríaáuna maldición, todo placer su saciedad, y los mejores besosáno dejaban en los labios más que el irrealizable anhelo deáuna más sofisticada voluptuosidad.+
«De todos modos no era feliz, ni tampoco lo había sido nunca. Cada sonrisa ocultaba un bostezo de hastío, cada alegría una maldición, todo placer su saciedad, y los mejores besos no dejaban en los labios más que el irrealizable anhelo de una más sofisticada voluptuosidad.»