Lo que aquí presentamos es algo más que un poemario; es una muestra de que todos llevamos poesía dentro. Estamos ante un poeta de más de 40 años que escribe ahora su primer libro. Y nos presenta su alma como la hierba que quedó enterrada bajo la nieve y asoma al derretirse la capa con el verdor de entonces. Ese verdor es el delicioso tono inocente, pero maduro, que Mario Díaz presenta en sus poemas. Y ese tono, solo conseguido con el paciente reposo del tiempo, es tan poco habitual y tan puro que convierte al autor en una joya única y muy valiosa.