Decía Gerald Ford, el que fuera presidente de los Estados Unidos, que si le hubieran dado la oportunidad de volver al colegio se habría centrado en dos cuestiones: aprender a escribir y aprender a hablar en público: "No hay nada más importante en la vida
Decía Gerald Ford, el que fuera presidente de los Estados Unidos, que si le hubieran dado la oportunidad de volver al colegio se habría centrado en dos cuestiones: aprender a escribir y aprender a hablar en público: "No hay nada más importante en la vida que comunicar de forma eficaz". Es probable que haya cosas más importantes, pero seguro que también necesitan ser comunicadas. Comunicar es algo intrínsecamente humano. Nuestra vida social es comunicación: sin ella, la sociedad desaparece.
La universidad y la escuela han cambiado mucho desde los días de Ford, pero es raro encontrar centros en los que se enseñe a escribir o a hablar en público. Ingenieros, arquitectos, médicos, licenciados en dirección de empresas, abogados o técnicos sanitarios van a ejercer su profesión en un contexto que exige capacidad de exponer experiencias en público, de transmitir con eficacia, de enfrentarse a situaciones de crisis, de lidiar con los medios y de liderar organizaciones y grupos de trabajo en busca de objetivos. Este libro está pensado para ellos. Pretende resolver cuestiones urgentes, describir las claves y criterios básicos de todas las situaciones que se pueden presentar a los profesionales de las más diversas disciplinas. Hace tiempo que comunicar debió convertirse en requisito de todo profesional, en una herramienta más de su equipamiento. Alfredo Urdaci ha dedicado muchos años a formar a directivos, políticos y presidentes de grandes compañías en la oratoria, la preparación de discursos y el estudio de situaciones de comunicación diversas: entrevistas, ruedas de prensa o procesos de crisis, debates o comparecencias, formulación de mensajes, de ideas, de conceptos. Ha visto cómo con preparación y un entrenamiento disciplinado ganaban confianza, seguridad y eficacia. Todo se aprende, y a cualquier edad. Una buena comunicación tiene efectos inmediatos en la vida pública, en el liderazgo, en la vida interna de las empresas, en la confianza de las personas, en la cohesión de las organizaciones y en la búsqueda del bien común.