PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS DE COMUNICACIÓN Y HUMANIDADES 2015PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS ESPAÑOLAS 2014Memoria de la ética es uno de los textos clave de Emilio Lledó, gran exponente de la filosofía contemporánea¿Cómo organizar la posible felicidad individual, el Bien de cada persona junto al Bien de los otros? ¿Cómo luchar por ser bueno en un mundo malo? Los griegos que, hace veinticinco siglos, inventaron la palabra y el contenido de la democracia, crearon también los dos términos que representan esa inmensa revolución humana: la Ética y la Política.Este libro trata de ellas, de su indisoluble unión y de su origen, e intenta mostrar la sombrosa modernidad de su mensaje. Pretende leer las páginas clásicas recobrando sus esenciales latidos, penetrando la lozanía e inmediatez de su maravilloso lenguaje y olvidándose de la terrible costra de ideologías y terminologías que cierta tradición ha aplastado sobre el libre fluir de estos textos.Emilio Lledó es un filósofo capaz de otorgar a la filosofía una dimensión práctica y de construir puentes entre los filósofos clásicos y nosotros. Su vocación docente consigue que sus libros estén al alcance de cualquier lector interesado en la filosofía, el lenguaje y la moral.«Pensador de relevancia internacional y de trayectoria ejemplar en el ámbito de las humanidades, concibe la Filosofía como meditación sobre el lenguaje y subraya la tendencia natural del ser humano hacia la comunicación. [...] Hace suya la razón ilustrada a través de un diálogo que impulsa la convivencia en libertad y democracia.»Del acta del Jurado del premio Princesa de Asturias«Por su pensamiento y dilatada obra, que armoniza la filosofía del Logos, la hermenéutica, el valor estético y ético de la palabra, la defensa de la libertad y reivindica la vocación docente.»Declaración del jurado que le otorgó el Premio Nacional de las Letras Españolas 2014La crítica opina...«Un gran ensayista y divulgador de alto nivel, entre los temas que trata destacan la defensa de la lectura, la felicidad, el silencio, la belleza y la verdad.»Winston Manrique, El País